lunes, 30 de diciembre de 2013
Capitulo 37 Lluvia en lágrimas
*Mientras Hanaya y Alelí llegaron al calabozo donde se encontraba Rosalía encerrada...*
Alelí: ¡Rosalía! *abrazándola*
Rosalía: ¡Alelí!
Hanaya: ¿Pero que hacéis allí paradas? ¡Largaos ya antes de que nos descubran!
Rosalía: De acuerdo, muchas gracias por todo... eh... ¿Como te llamas?
Hanaya: Mi nombre es Hanaya.
*Alelí y Rosalía se marcharon por aquel oscuro y frío remolino que llegaba a sus casas*
Rosalía: Ya esta oscureciendo... y esta empezando a llover. ¿Crees que te habrán castigado por haberte saltado las clases?
Alelí: Como si eso me importara
Rosalía: ¿Las que vienen corriendo son Azalea y Dalia?
Alelí: Creo que si
Azalea: ¡Rosalía, Alelí! Por fin que estáis bien... *aliviada*
Dalia: Tengo tres noticias, dos buenas y una mala ¿Cual digo primera?
Alelí: Empieza por las buenas
Dalia: Vale... esta a punto de llegar noche buena y Azalea y yo teníamos pensado en hacer una fiesta todos los amigos.
Azalea: Lo que no tenemos claro es donde la haremos... *decepcionada*
Rosalía: Yo de pequeña conocía un lugar donde había una caseta de madera lo bastante grande como para jugar con mi perro Todd, siempre venia a jugar allí con mis muñecas.
Dalia: Entonces mañana si queréis o podéis podemos ir a mirarla
Alelí: ¡Esperad! Estamos aquí para saber las noticias, mañana ya hablaremos y aclararemos todo esto. *nerviosa*
Dalia: De acuerdo... pero no hace falta que te pusieras así. Bueno, la otra buena es de que Azalea por fin pudo aprobar un examen...
Rosalía: *interrumpiendo* ¡Felicidades Azalea! *alegre*
Dalia: Rosalía... estoy explicando, déjame acabar.
Rosalía: Lo siento...
Dalia: Como decía, la mala es que el profesor me ha mandado que te traiga los deberes a ti Alelí, y que tus padres firmen dos notas del profesor.
*Alelí agarro los deberes y las notas del profesor y los tiró al suelo que estaba lleno de barro sucio*
Dalia: ¡Alelí! ¡¿Pero que haces?!
Alelí: A mi no me dice un asqueroso profesor que es lo que tengo que hacer... es mi vida y si no quiero hacer los deberes me da igual, y ademas, no tengo padres ya os lo dije...
Azalea: En eso tienes razón... pero si de mayor quieres trabajar de alguna profesión que te guste no podrás porqué...
Alelí: *interrumpiendo* Lo siento pero yo no quiero trabajar... lo que siempre he querido es....
Rosalía: ¿Que? *intrigada*
Alelí: Ir viajando de bosque en bosque entre las sombras mas oscuras y tenebrosas de los arboles... llegar hasta la montaña mas alta que tocaban las nubes...
Azalea: Oh que precioso... las nubes blancas....
Alelí: Eso no iba a decir... lo que iba a decir es que quería llegar hasta la montaña mas alta que tocaba las nubes grises de la tempestad. Mientras la lluvia fría caía en mi cara... y me congelaba en el viento...
Dalia: ¿En serio?
Alelí: Es broma... eso ya lo pasé de verdad. Yo lo único que quiero ser es estando como ahora mismo, arriesgándome en aventuras y ya esta.
Azalea: Pues a ver empezado por ahí
Alelí: Yo empiezo por donde me da la gana
Rosalía: Chicas... ¿Podéis dejaros de pelearos por favor?
Alelí: De acuerdo... Azalea, no se si te has dado cuento pero estaba lloviendo hace unos 5 minutos...
Azalea: ¿Y? *con una mueca*
Alelí: ¡Que se te moja el vestido! *dijo Alelí riéndose mientras se alejaba*
Azalea: ¡Mi vestido nuevo está empapado y es de algodón!
Rosalía: ¿Y que pasa si es de algodón?
Dalia: Pues de que se te puede encoger
Rosalía: Azalea... yo de ti me iría a casa rápidamente
Dalia: Vaya... si que se ha ido deprisa
Rosalía: Ni ha dicho ni adiós
Dalia: Bueno... si llega a casa antes mejor
Rosalía: ¡En eso tienes razón! xD *dijo riéndose mientras se imaginaba a Azalea corriendo con el vestido encogido*
Dalia: Y para mí Alelí sigue siendo muy seria... hasta a veces... bueno, casi siempre es un poco... como decirlo...
Rosalía: No es malvada
Dalia: ¿Y entonces que es?
Rosalía: Solo es su forma de expresarse. Siempre tiene un toque de amabilidad, sentimientos, tristeza y una sonrisa detrás de aquella oscuridad
Dalia: Pero no se porque que creo que esta tramando algo o le pasa algo...
Rosalía: Eso ya no lo sé
Dalia: Es que me pareció muy extraño que dijera esas frases parecidas a un poema
Rosalía: En eso tienes razón
Dalia: ¿Investigamos?
Rosalía: Lo siento pero yo no me quiero meter en la vida de los demás
Dalia: Bueno, pues... lo haré yo sola. Adiós Rosalía, hasta mañana. Ya es muy tarde y esta lloviendo, tus padres se estarán preocupando mucho por ti. Será mejor que vuelvas tu también.
Rosalía: Tú vete, yo me iré de aquí diez minutos...
Dalia: Como quieras... Adiós
Rosalía: Adiós
*Dalia llegó a su casa tranquila, cuando de repente en su porche apareció un bichito parecido a un hámster con orejas de conejo pero mas gordo, como una pelota de baloncesto*
Dalia: Oh... pero que mono es.... ¿Que hacías aquí pequeñín? ¿No tienes casa? porque si no tienes te quedas a la mía si o si.
*Dalia lo cogió en brazos y se lo llevó a la cocina para darle algo de comer*
Dalia: No se lo que comes... pero... ¿Eres vegetariano, herbívoro o las dos cosas?
Bichito: Pig Pig
Dalia: No se que comes pero te pondré un poco de todo. Por cierto... te llamaré Pig, ya que solo sabes decir esa palabra *acariciando a Pig*.
Abuela de Dalia: Dalia ¡¿Como es que aún estas rondando por la casa a estas horas?! ¡A tu habitación ya!
Dalia: De acuerdo *escondiendo a Pig bajo su chaqueta*
Dalia: *subiendo las escaleras hasta llegar a la habitación* Aquí estarás muy calentito.
Pig: ¡pig pig!
Dalia: Es hora de dormir, ponte entre mis brazos... *lo rodeo con sus brazos y se durmieron*
*Pero algo pasaba a la habitación. Mientras Dalia dormía, Pig abrió los ojos, no se levantó ni se movió, pero los ojos se le pusieron rojo fluorescentes y puso una cara malvada*.
CONTINUARÁ...
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